Gorraiz de Arce – Gorraitz Artzibar (Gorrariz)
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GORRAITZ/ GORRAIZ.
(Textos iniciales e imágenes Jose Etxegoien).
GORRAITZ/GORRAIZ es un pequeño pueblo situado en una bella y pequeña llanura a una altitud de 910 m. Su acceso actual es por pista asfaltada desde Imizkotz y por pista de tierra en mal estado desde Orotz Betelu. Pueblo que quedó despoblado durante varios años y está nuevamente habitado.
En la época de recuento de fuegos o casas pasó de tener dos en el año 1366 a un máximo de cuatro en 1587. En cuanto a habitantes el máximo fue en 1858 con 43, y 36 en 1930, quedando despoblado en los años 60, para nuevamente volver a tener empadronados desde 1981. Los últimos años el empadronamiento se ha situado entre 10 y 7 personas.
Es el campo base típico para ascender a los montes Elke y Pausaran.
Es difícil investigar sobre este pueblo, dado que muchas veces aparece su nombre sin especificar si es Gorraitz de Eguesibar o de Artzibar. Por tanto los datos dudosos no han sido descritos.
– IV-1262. Peitauina, su marido Jimeno de Oroz y sus hijos donan varias casas de Auritz-Burguete a la colegiata de Orreaga/Roncesvalles. Entre los testigos “Arnalt de Adassa, Semen de Oroz, Miguel de Azparren, Lop de Imizcoz, Garcia de Gorraiz, D. de Arrieta cruziller…”
– 1601. Este año la colegiata de Orreaga/Roncesvalles tenía un campo en Aldabarren de 25 peonadas, que antes había sido viña.
– En 1751, según informes eclesiásticos, “Es abad don Martin de Iturralde. Vale la abadia treinta ducados de plata. Toca presentacion libremente en todos los meses del año por costumbre inmemorial al lugar. La colacion al ordinario. No hay beneficios.”
– 1849. Entre 1848-49 hubo varios levantamientos republicanos y carlistas que no llegan a considerarse una guerra, aunque algunos la llamen la segunda carlistada. El gobierno oficial intentó aplacar cualquier movimiento o apoyo a los insurrectos, y lo mismo la Diputación, deteniendo sospechosos, entre ellos algunos de la zona. Leemos algunos sucesos de la zona a principios de 1849, como el intento de apoderarse de la fábrica de munición de Aezkoa o la detención de vecinos de Orotz y Gorraitz, relatados por el investigador Larráyoz, (1956): ”Intentaron los carlistas apoderarse de la fábrica de armas de Orbaiceta, en connivencia con el centinela Joaquín Jaime, soldado de Artillería, pero fracasó el proyecto por haber sido apresados dentro de la misma fábrica el 1 de febrero, Pedro Echamendi y Bautista Olasagasti, que habían penetrado en ella para favorecer su ocupación. Los secuaces de Urbiztondo se mostraban activos en apresar a todo sospechoso de simpatía hacia la rebelión; fueron llevados a la cárcel de Pamplona los vecinos de Oroz Betelu, Santiago Reta, Veremundo Maya y Pedro Juan Barrando, por ocultar las armas propias de «cuando estuvieron en la facción» en julio del año anterior; Antonio Espinal del lugar de Gorráiz, acusado de esparcir «noticias falsas y sediciosas», así como Pedro Arce, Juan Martín y José Zubiri, también por ocultación de armas, si bien los dos últimos fueron puestos en libertad a los pocos días, «por no comprobarse cargo alguno contra ellos».
– 1986-91. Concejos tutelados y desaparecidos. Por la ley foral de administración local algunos pueblos pasan de concejos a concejos tutelados, e incluso en 1991 algunos desaparecen. En 1986 Gorraitz es tutelado y en 1991 desaparecerá.
Iglesia de San Martin. Restaurada en los años 70. De planta rectangular tiene cuatro tramos sobre bóveda de medio cañón. La torre es una espadaña de dos alturas, en la primera con dos aberturas a modo de ventanas de medio punto, estando en una de ellas la campana, y en la segunda una sola abertura con una cruz de hierro en su interior. Poseen una imagen barroca de la virgen con el niño. El cementerio, como en varias iglesias del valle, se encuentra a la entrada de la iglesia.
La iglesia se encuentra en mal estado y son necesarias importantes mejoras para evitar más pérdidas de patrimonio en los próximos años.
Inmatriculación. Esta parroquia de San Martín fue inmatriculada por la Iglesia católica el 3-III-2003.
Ermita de San Miguel. Se duda de la existencia de esta ermita, dado que unos investigadores la ubican en Gorraitz de Eguesibar, Nuñez de Cepeda no lo confirma, y otros como Madoz en su diccionario o Altadill la ubican en Artzibar.
López Selles afirma que en 1953 los vecinos no conocían la existencia de tal ermita. En la toponimia conocida no se observa ninguna referencia que pueda tener relación.
Poblado protohistórico. Biskaxun-El Castillo.
[…] en el monte Viscasún, existían las ruinas de un castillo y varias cuevas en las que, según la tradición popular, antiguamente habitaban los moros.
Daniel Otegui, 1969.
Al este de Gorraitz, en la cercana cima de Biskaxun, Existe un topónimo castellanizado llamado “El Castillo”, donde se encuentra un poblado protohistórico. Está sin investigar aunque en superficie se han encontrado restos de cerámica de la Edad del Hierro. A simple vista y con la foto aérea se observa el recinto de piedra que encerraba el poblado, mucho más visible en las ortofotos antiguas, como la de 1956, donde se ve el recinto perimetral en la cima del monte.
Este es el primer poblado de la época encontrado en el valle. Actualmente hay otros dos descritos por el investigador J.M.M. Txoperena en el entorno del señorío de Artzi, que son “La Peña” y Asnotz. A falta de investigaciones arqueológicas del yacimiento, seguimos la ficha realizada por Armendáriz, (2008):
Sistema defensivo. Todo su perímetro está cerrado por una potente muralla levantada con piedras careadas de caliza local en aparejo de sillarejo, colocadas a hueso. Aunque en ningún punto enseña a la vista los dos paramentos, por las dimensiones de su derrumbe estimamos que puede tener una anchura máxima de dos metros. En cuanto a la entrada al recinto, desconocemos su posición, si bien creemos pudiera estar en el ángulo noreste, donde se aprecia una leve depresión deJ derrumbe
Cultura material. La densa vegetación impide una prospección superficial con garantías de éxito, por falta de visibilidad del suelo. En cualquier caso, se ha recogido un pequeño lote de cerámicas manufacturadas de la Edad del Hierro.
Valoración. Se trata de un castro emplazado sobre una estratégica altura y que está situado en el interfluvio de los ríos Irati y Urrobi, en la zona montañosa de Navarra. Su destacada posición le permite obtener un control visual de los corredores naturales que constituyen estos valles pirenaicos, por los cuaJes se puede establecer la comunicación entre las cuencas de Aoiz y Lumbier, al sur, con el paso pirenaico de Roncesvalles o de Idópil/Urkulu hacia Aquitania, al norte. Pese a sus destacadas altitudes absoluta y relativa, la ausencia de escarpes rocosos en el sitio obligó a diseñar unas defensas artificiales que rodean y protegen con ahínco todo el perímetro. Las condiciones físicas del yacimiento impiden realizar con éxito una recogida de materiales en superficie que sea cronológicamente representativa. Aún así, el tipo de fortificación permite deducir con claridad una asignación cronocultural de la Edad del Hierro. Hasta et momento carecemos de otros datos arqueológicos que demuestren la prolongación del hábitat con posterioridad a este período, no descartándose que el lugar fuese rehabilitado como aldea en época tardorromana y/o medieval, como es habitual en este tipo de hábitats defensivos.
Estado de conservación. Está dotado de altos valores patrimoniales, ya que la densa vegetación del lugar lo ha preservado de cualquier tipo de agresión, llegando al extremo de impedir el normal tránsito de personas y animales por el yacimiento, si exceptuamos el corredor del derrumbe de la muralla, que está libre de árboles y en donde los matorrales son menos densos.
Año 1366. Se podría llamar el primer censo del reino de Navarra. En él se cita el número de fuegos del pueblo, que indicaba más o menos el número de casas habitadas, con el nombre del cabeza de familia, siendo lo normal un hombre, pareciendo a veces el nombre de una mujer, que seguramente era viuda. Se calcula que en cada fuego se hace una media de 4’5-6 habitantes. Para el total se suman los dos listados de hidalgos y campesinos. (Nota: con una barra diferenciamos los fuegos).
GORRAIZ. Lope Berestu / Sancho d’Oroz / Summa: 2 fuegos.
Años 1645-2001. Nota: El estudio actual de las casas está pendiente de una propuesta del ayuntamiento que próximamente se pondrá en marcha, para actualizar y unificar criterios en la denominación de las casas del valle. Para el estudio histórico de las casas, seguimos la investigación de Orreaga Ibarra, (2002), que anota el nombre de las casas en 1645, 1726 y 2001:
1645 | 1726 | 2001 |
---|---|---|
Garaycoa
Pellaycena Michelena Berocoa |
Garaicorena
– Menchorena Veiticoechea – – – Pellorena |
–
– – – Cervantes Amaia Cesáreo Casa Pello |
Las casas en 1969. Según el estudio de Daniel Otegui: ”En la actualidad, el pueblo se halla abandonado. Sólo la familia Cervantes, a quien se debe esta información, pasa allí el verano. Hay cuatro casas, Michelena, Elizari, Pellorena y Maya. Hay también varios pajares.
La casa Michelena es, relativamente, de reciente construcción ya que la antigua se derrumbó. La nueva se halla edificada en un lugar en el que antiguamente había dos casas, una de ellas la del sacerdote.
Las casas Maya y Pellorena, son al parecer, las más antiguas y se hallan en bastante mal estado de conservación.
La casa Elizari está a la derecha de la iglesia, justo al lado de ella.”
Casas en 2015.
1802. Diccionario de la historia. GORRARIZ, […] arciprestazgo de Ibargoiti […]. Confina por n. con el despoblado de Adasa, por e. con Orozbetelu y Muniain, por s. con Lacabe, por o. con Imizcoz y Uriz. Está situado á la derecha del rio Irati, á distancia de una legua corta, en una altura muy pendiente, y es país frío y destemplado. Tiene algunas llanuras y heredades cercadas de tapia, que producen trigo, cebada, avena y menuceles, y un monte robledal, en el qual se cria mucho ganado. La iglesia, dedicada á S. Martin obispo, está servida por un cura párroco. La poblacion es de 4 casas con 36 personas, gobernadas por un alcalde nombrado por el virey á proposicion del valle, y por el regidor del pueblo elegido entre sus vecinos.
1845-50. Diccionario Madoz. GORRARIZ: lugar del valle y ayuntamiento de Arce, en la provincia y capitanía general de Navarra, audiencia territorial y diócesis de Pamplona (6 1/2 leguas), partido judicial de Aoiz (3): SITUACIÓN, en una pequeña llanura nominada de montes y por todas partes; CLIMA frio: tiene 5 CASAS de construcción ordinaria de argamasa y madera, iglesia parroquial (San Martin) que es curato de entrada, servida por un abad de provisión de los vecinos una ermita, y para surtido de los habitantes hay buenas aguas de manantial. El TÉRMINO se estiende una legua de N. á S., y lo mismo de E. á O., y confina N. Imizcoz; E. Orozbetelu; S. Lacabe, y O. Uriz: los montes están poblados de encinas y bojes. El TERRENO es árido y quebrado; le cruza un arroyo llamado Lacorre que se incorpora al río Irati entre Oroz y Muniain: hay canteras de piedra caliza, escelentes yerbas de verano para el ganado lanar, y prados naturales. Los CAMINOS son de travesía y malos. El CORREO se recibe de Aoiz por propio, PRODUCCIÓN: trigo, avena, patatas, maiz y heno; cria ganado vacuno, lanar, cabrio y de cerda; caza de perdices, liebres y corzos, INDUSTRIA: un molino en mal estado. POBLACIÓN: 5 vecinos, 31 almas. CONTRIBUCIÓN. con el valle.
1915-20. Enciclopedia de Altadill. Gorraiz (216), al NE. del valle, terreno abrupto, lugar elevado, á dos kilómetros de Oroz-Betelu, cerca del regato de su nombre, afluente del lrati por la derecha; hay fuente y se cría mucho ganado; conserva en su término una vieja ermita sin romería y algunas canteras de piedra caliza.
1924. Guía de Navarra. GORRAIZ. Propietarios, Manuel Maya, Joaquín Zubiri y Antonio Cilveti.
1929. Guía de Navarra. GORRAIZ. Propietarios y agricultores, Elizari Teodoro, Iturri Lucas, Maya Manuel.
1952. Guía de Navarra. GORRAIZ. A 49 Kms. de Pamplona y 11 de Nagore. Parroquia de San Martín. Fiestas el 29 de septiembre. Habitantes: 34. Párroco, El de Oroz-Betelu. Propietario: Eugenio Cervantes.
1996. Diccionario etimológico Belasko. (+ otros). GORRAITZ. Significado. Dudoso. Comentarios. J.C. Baroja piensa en Gorraicus como nombre de persona que formaría parte del topónimo. L. M. Mujika descarta ver un nombre en el topónimo y se inclina por encontrar una explicación dentro del euskera. De la misma opinión es Salaberri, que lo explica como “lugar de tierra roja”. La forma oficial alterna desde antiguo con Gorrariz que, probablemente, sea la primitiva. Esta alternancia perduró, al menos hasta el siglo XIX. Recordar que existe otro Gorraitz en la cuenca, en Eguesibar. Traducciones curiosas. ”Peña pelada’, ‘zarzal’, ‘peñón del jaro’, ‘peñón alto’. Documentación antigua. Goralis vallis d’Arci (1274); Gorariz, Gorayriz, Gorrariz (1275-77); Gorraiz, Gorrayz (1366, 1532); Gorrariz (1707, 1802, 1850).
12-X-1865. Vacante de farmaceútico. . (En la noticia falta citar el pueblo de Garralda). (Gaceta de Madrid).
Alcadía constitucional de Aribe. El infraescrito Alcalde constitucional del lugar de Aribe y como Presidente de su Ayuntamiento. Hace saber se halla vacante el partido de Farmacia, compuesto de los lugares de Aria, Aribe, Abaurrea alta, Abaurrea baja, Garayoa, Orbara, Orbaiceta y Villanueva, que son los de que consta el valle de Aezcoa, y los de Oroz-Betelu y Gorraiz, del valle de Arce, que cuentan 735 vecinos ó familias con la dotacion de 1.200 reales vellón, incluso en esta asignacion los 1.200 que con arreglo al artículo 6º del reglamento sobre organización de los partidos médicos de la Península le corresponde por la asistencia gratuita de los pobres; es libre de contribuciones y cargas concejiles, y deberá residir por ahora en Garayoa.
Los que lo soliciten acudirán con sus exposiciones á esta presidencia durante el término de 20 días. Aribe 16 de Setiembre de 1865. Pedro Manterra. Juan Miguel Berruezo secretario.
22-III-1885. Arriendo de hierbas. (Lau-Buru). YERBAS. En el término jurisdiccional del lugar de Gorraiz (valle de Arce) hay buena yerba para pastar 700 ó 800 cabezas de ganado lanar en el tiempo que media desde el 24 de Junio hasta el 29 de Setiembre de corriente año. Quien desee tomar en arriendo, puede dirigirse á D. Lorenzo Ordoqui vecino del lugar de Espinal.
17-V-1891. Arriendo de hierbas. (El Tradicionalista). Se arriendan las yerbas y aguas del pueblo de Gorraiz (valle de Arce) para la temporada de verano, donde podrán pasturar 700 ó más cabezas de ganado lanar. Para informes dirigirse á D. José Elizari, residente en Erdozain, valle de Lónguida.
20-X-1928. Proyecto de demarcación de partidos y médicos. (Diario de Navarra). 18. OROZ-BETELU.- Oroz-Betelu, Azparren (agregado), Gorraiz (agregado), Artozqui (agregado) y Equiza (agregado).
8-IV-1960. Defunción a los 77 años. (Diario de Navarra). Ayer falleció en Gorráiz doña Benigna Elizari Jiménez, viuda de don Cesáreo Iturralde. Bondadosa señora que gozaba de la mayor estimación no solamente en dicha localidad, sino también en el valle de Arce hasta donde llegaban sus relaciones, alcanzadas con las bellas prendas personales que le adornaban. Fué esposa modeló y era madre amantísima de los suyos, quienes la querían entrañablemente. Se distinguió por su acendrada piedad y tenía las mayores complacencias en la práctica de sus devociones. Testimoniamos nuestra condolencia a sus hijas doña Dominica, doña Evarista y doña Leopolda hijos políticos, nietos, hermana, hermanos políticos y demás parientes.
Año 2006. Artículo tomado de la revista Roncesvalles, de la cofradía de esa colegiata. El primer artículo está escrito y corregido por la descendiente de Gorraitz, Mari Carmen Cervantes Nagore y el segundo es del Archivo Diocesano, del sacerdote archivero José Luis Sales, que estuvo bastantes años de canónigo en Orreaga/Roncesvalles.
GORRAIZ.
Aunque para la mayoría de los navarros Gorraiz es un lujoso lugar con campo de golf y viviendas unifamiliares, para los que somos de Gorraiz del Valle de Arce es un lugar bien distinto: en el monte, entre dos ríos y dos carreteras, presiden el pueblo al oeste los montes Elke y Pausaran, que lo sombrean al atardecer.
Al sur el pueblo de Lakabe con el que tradicionalmente había buena vecindad, en los últimos años ocupado por una comuna.
Al norte, el vecino pueblo de Imizkoiz, también buenos vecinos, excepto los días de tormenta en los que con la ayuda del patrón, ahuyentaban las nubes hacia Gorráiz a la voz de “¡Oh San Pedro glorioso, Imizkozko landa goiti Gorraiz aldera!”.
Al este, Oroz Betelu con el que Gorráiz compartía párroco, médico, escuela y donde se abastecían de víveres en la tienda de la Señora Nemesia.
Entre todos ellos, en una meseta, Gorráiz, con sus cuatro casas, la Iglesia y junto a ésta el cementerio, aquí no hay lujos, ni gas natural, ni siquiera luz eléctrica. Sí tenemos abundante silencio, aire limpio, pocos coches y ningún sitio donde gastar, ni bar, ni tienda.
Este era un lugar humilde de cinco casas en el siglo diecinueve. La casa con mayor solera parece ser Casa Pellorena, aún hoy conserva el escudo en su portalada y la disposición en cuadro de los edificios alrededor de un patio interior.
Casa Goicoetxea o Casa Abajo ofrecía en una de sus paredes maestras el frontón y en otra el aska (abrevadero) del pueblo.
De Casa Maya era el acordeonista que alegraba las fiestas: Don Salvador Maya Inda. Un día de jarana los jóvenes del pueblo no podían reconocer la pieza que estaba interpretando y le preguntaron qué era lo que tocaba “un pericón” respondió, y se quedó para siempre con el mote.
Frente a casa Pello, Mitxelena, cuya portalada se encontraba dañada por el impacto que sufrió al derrumbarse la torre de casa Pello.
Casa Michel tenía en propiedad la casa de Echetxipia, que para hacer frente a dificultades económicas, se vendió a Percain de Espinal quien, a su vez, se la arrendó al cura pasando a llamarse casa Abad. A principios de siglo casa Michel amenaza ruina, Don Eugenio Cervantes adquiere la Abadía, que se reforma totalmente, al finalizar las obras se traslada la familia a la nueva vivienda y se derrumba la antigua. Así el pueblo pierde un hogar y la Abadía pasa a ser casa Mitxelena.
La Iglesia Románica también se arregló antes del siglo veinte suprimiéndose la torre del Campanario, según cuentan de gran envergadura, manteniendo el arco de medio punto y dos pequeñas columnas en la puerta de entrada. Actualmente se encuentra en peligro de derrumbamiento a causa de las goteras que no se reparan, los vendavales que han roto los cristales de las ventanas. Ya no está en condiciones para entrar, ni menos, para celebrar.
El cementerio anexo a la iglesia compartía el mismo deterioro que ésta; alrededor lo decoraban varias estelas funerarias, algunas desaparecieron cuando quedo el pueblo abandonado, otras están guardadas de la rapiña.
El Señor cura de Oroz subía a Gorraiz por San Antón, 17 de Enero, para bendecir a todos los animales del pueblo. Ese día no se podía hacer trabajar a los bichos ni poner montura a las caballerías pero se bajaba andando a Oroz con la yegua del ramal para que el cura subiera la cuesta montado. ¿Tendría dispensa aquel animal?
Los campos tampoco se libraban de la influencia divina: con los palos de la procesión del Corpus se tejían cruces y se colocaban una en cada parcela el día 3 de Mayo, día de la Santa Cruz.
El 9 del mismo mes se iba en procesión a la ermita de Oroz junto a los de Azparren , se pasaba el día, se rezaba el rosario y a casa.
Otro gran acontecimiento suponía la Romería a Roncesvalles. Se iniciaban los preparativos con la recogida de perretxicos el día anterior para la tortilla del almuerzo. Se preparaban las ropas, cruces y cada cual preparaba el sentido de su peregrinaje.
Se salía de Gorraiz a las dos de la madrugada en dirección a Oroz Betelu. Hasta tomar la Sagrada Forma no se podía ingerir alimento alguno, así, la Preciosa Virgen vio desvanecerse a sus pies a más de uno de sus romeros antes de la Misa Mayor, no por devoción mariana sino por hipoglucemia. Con los años consiguió conmover el corazón de los curas y a las cuatro la mañana ofrecían una misa en Oroz para poder almorzar después y tomar fuerzas para el camino.
Envueltos en el tierno verdor de las primeras hojas de las hayas, al compás de los rezos incansables, con la mente orientada hacia la Virgen de Roncesvalles, avanzaban por el sinuoso camino junto al río hasta la Venta de Espinal. Allí los que portaban las cruces parroquiales, adornadas con lilas, entrechocan las cruces en lo que quiere ser un beso de bienvenida. El bocadillo de perretxicos y adelante.
Al llegar a Burguete los vecinos saludan volteando las campanas de la Iglesia y los romeros arrecian sus cantos y levantan sus cruces hasta terminar el pueblo. A media mañana se llegaba a Roncesvalles donde se presentaban ante la Virgen poniendo a sus pies las preocupaciones, las cruces y el cansancio.
Después de llenar el estómago con algo más que comida y rezar la Salve de despedida, se iba desandando el camino a casa también rezando y cantando.
En Gorraiz se celebraban las fiestas patronales por San Martín, patrón de la parroquia, con gran entusiasmo y participación de los pueblos vecinos que bailaban alrededor del acordeón de Pericón. Más adelante se pasaron a San Miguel (29 de septiembre) para intentar sortear el frío y la nieve.
En los años sesenta Gorraiz sufre la emigración a la ciudad de sus vecinos, en dos años el pueblo se quedó vacío y las casas cerradas.
Desde entonces hasta finales de los ochenta la cruz parroquial estuvo ausente en la Romería, pero gracias al coche asistimos muchos años a la Misa, a la comida y la Salve viendo pasar a los romeros revestidos y sintiendo que algún día tendríamos que retomar la tradición de los que nos precedieron. Con ese espíritu los hijos e hijas de la emigración retomamos las cruces y Gorraiz desde hace 15 años no ha faltado a la cita con sus vecinos y con la Virgen.
Hoy día, después de un siglo viendo pasar el progreso de largo parece ser (las cosas que dependen de la voluntad de los políticos son todavía más inciertas que las que dependen de la de Dios) que por fin saltaremos de la oscuridad a internet, del fogón al microondas, de la casa de labranza al chalet y ¿de la ganadería al campo de golf? Por si las moscas procuremos tener contenta a la Virgen a ver si también puede conmover los corazones de quienes van a traer la luz al pueblo y lo terminan antes de que perdamos lo que nos queda de esperanza.
LOS BUENOS PASTORES DE LA PARROQUIA DE GORRAIZ (ARCE).
Hasta hace poco tiempo solía decirse que la historia de un pueblo y la de una parroquia era la historia de sus sacerdotes, de sus pastores. También se decía que en cada pueblo navarro se hablaba bien de tres asuntos: la campana que se rompió (¡qué bien sonaba!), la fuente que se secó (¡qué agua tan rica!), y el cura que se fue (¡aquello siquiera era cura!).
Nosotros vamos a hablar bien de los curas que sirvieron la parroquia de San Martín de aquel pueblecito que desde muy antiguo se llamó Gorráriz, hasta que, a principios del siglo XIX, le cambiaron el nombre por el de Gorráiz.
El día 30 de Diciembre de 1619 el abad de Gorráriz, D. Miguel García de Aranguren, se dirigía al Vicario General de la Diócesis diciendo que no podía vivir en aquel pueblo tan montañoso, con escasa renta, sin casa parroquial ni otra donde cobijarse, con peligro de su vida; pedía que le permitiese regresar a su pueblo natal de Aranguren, donde sus padres y hermanos, le garantizaban un digno sustento. El Vicario General declaró vacante la parroquia, y Jos seis vecinos del pueblo (Pellorena, Michelena, Goiticoechea Beiticoechea y dos caseros) nombraron abad a D. Juan de Elizari, presbítero de Oroz-Betelu. A D. Juan le venía muy bien: vivía en su casa nativa de Oroz, y desde allí servía la de Gorráriz. Por eso estuvo diez años de párroco de Gorráriz hasta 1630 en que le nombraron abad de su parroquia nativa. Los vecinos de Gorráriz anduvieron varios meses buscando un cura que quisiera ir a su pueblo; por fin hallaron a D. Juan de Iriarte, un joven clérigo de 25 años natural de Sarriguren. Iriarte les duró solo dos años, hasta 1632, en que renunció. Los cuatro vecinos se aburrieron de buscar cura, y al no encontrarlo optaron por nombrar a D. Juan de Soro, abad de Oroz-Betelu, para que fuese a la vez párroco de los dos pueblos. Esta medida dio un resultado excelente. Soro era natural de Ayechu, estaba acostumbrado a caminar por las montañas, y sirvió las dos abadías durante 26 años, hasta que murió en 1658.
Los de Gorráriz cambiaron de dirección en su búsqueda de cura: esta vez fueron hacia el norte, y hallaron a D. Juan Alemán y Elía, párroco-abad de Urdiroz, quien accedió a servir a la vez las dos parroquias. Para ir de Urdiroz a Gorráriz, sobre todo en invierno, hace falta mucho valor, pero Alemán y Elía lo hizo durante cuatro años, hasta que en 1662 pasó a su parroquia natal de Elía. Siguiendo la ley del péndulo los de Gorráriz miraron hacia el sur otra vez, y nombraron a D. Martín de Labiano, abad de Oroz-Betetu, quien fue párroco de los dos pueblos durante 13 años, hasta 1675; desde ahora los párrocos de Gorráriz lo serán sólo para este pueblo, abandonando la fórmula de las uniones, porque seguramente había mejorado la situación económica.
D. Pascual de Eusa, natural de Urricelqui, estuvo cinco años, hasta 1680.
D. Juan de Zalba, natural de Muniain, diez años, hasta 1690.
D. Miguel Ibáñez, natural de Sansoain, dieciocho años, hasta 1708.
D. Juan Miguel de Vizcay, natural de Arrieta, trece años, hasta 1721.
D. Miguel deAranza, natural de Oroz-Betelu, cuatro años, hasta 1725.
D. Pedro de Elizari, natural de Espoz, trece años, hasta 1738.
D. Martín de Iturralde, natural de Artaiz. Este fue el curato más largo de la parroquia de Gorráriz: la sirvió personalmente durante 51 años y murió en el pueblo en abril de 1788.
D. Juan Bautista Tellechea, natural de Erasun, dos años, hasta 1791.
D. Luis Joaquín de Elizalde, natural de Urdiroz, dos años, hasta 1793.
Hasta aquí todos los párrocos, naturalmente, eran de lengua vascongada. Al renunciar Elizalde a la parroquia en 1793, los de Gorraiz no pudieron encontrar un sacerdote que fuese de lengua vascongada, que era “su idioma nativa”. Así estuvieron, sin párroco, hasta 1804, en que hallaron a D. Martín de Aldaya, clérigo natural de Inza, en el otro extremo de Navarra. Pero Aldaya les duró poco, porque al año siguiente, se enroló como sacristán en la Real Casa de Roncesvalles. Aún pudieron los vecinos nombrar a D. Josef Carlos de Argonz, natural de Izalzu. Eran los tiempos de la Guerra de la Independencia, y solamente pudo entrar en su parroquia cuando acabó la guerra. Es el último párroco propio que tuvo Gorráriz.
Si has tenido paciencia para llegar hasta aquí, habrás visto, querido lector, los nombres de 16 curas que pastorearon la pequeña grey de Gorraiz. Los hemos recordado cariñosamente, como a la fuente que se secó y la campana que se rompió. Tú, Señor, Pastor eterno, págales bien sus desvelos. Amén.
Libros de la iglesia en el archivo eclesiástico. (Iruñea-Pamplona).
Nota: desde 1881 sus datos se recogen en Orotz Betelu.
Tipo | Fechas |
---|---|
Bautismos | 1709-1876 |
Confirmaciones | 1713-1770 / 1798-1847 |
Matrimonios | 1710-1790 / 1803-1877 |
Velados | 768-1798 / 1804-1877 |
Difuntos | 1702-1798 / 1800-1900 |
Tazmías | 1818-1843 |