Historia de la población.
Demografía

DEMOGRAFÍA. (Texto e imágenes iniciales Jose Etxegoien).
A través de la ventana, podía ver el portalón hundido y devorado por el musgo del molino y los reflejos temblorosos de los chopos sobre el río: inmóviles, solemnes, como columnas amarillas bajo la luz mortal y helada de la luna. Todo estaba en silencio, envuelto en una paz tan densa e indestructible que acentuaba más aún la desazón que yo sentía. A lo lejos, sobre la línea de los montes, los tejados […] flotaban en la noche como las sombras de los chopos sobre el agua. Pero, de pronto, hacia las dos o las tres de la mañana, un viento suave se abrió paso sobre el río y la ventana y el tejado del molino se llenaron de repente de una lluvia compacta y amarilla. Eran las hojas muertas de los chopos, que caían, la lenta y mansa lluvia del otoño que de nuevo regresaba a las montañas para cubrir los campos de oro viejo y los caminos y los pueblos de una dulce y brutal melancolía. Aquella lluvia duró solo unos minutos. Los suficientes, sin embargo, para teñir la noche entera de amarillo y para que, al amanecer, cuando la luz del sol volvió a incendiar las hojas muestras y mis ojos, yo hubiese ya entendido que aquella era la lluvia que oxidaba y destruía lentamente, otoño tras otoño y día a día, la cal de las paredes y los viejos calendarios, los bordes de las cartas y de la fotografías, la maquinaria abandonada del molino y de mi corazón.
Julio Llamazares, “La lluvia amarilla”, 1988.
La historia demográfica de Artzibar tiene muchas lagunas, muchos interrogantes, pero al menos se conocen los datos básicos, lo que permite conocer los grandes rasgos su evolución. Dos son los listados de datos con los que podemos contar. Por un lado los recuentos de fuegos, de los cuales tenemos cinco completos entre los años 1366 y 1819, y los recuentos de habitantes, de los que tenemos referencias entre 1786 y 2012. Aunque comentado en otros apartados, hay que recordar que de 1366 se conoce el primer censo o recuento de fuegos del reino de Navarra. Es una primera lista de nombres de vecinos interesante. El fuego se puede decir que es parecido a la casa, aunque no era lo mismo porque podía ocurrir el caso que en una misma casa hubiera dos fuegos. Pero sirve como referencia. La media que se suele dar a cada fuego es de 4’5-5 personas por cada uno.
Lo primeros datos. Años 1366-1587.
En Artzibar en el primer recuento de 1366 tiene 127 fuegos, lo que nos daría unos 635 habitantes. De estos fuegos 88 son de labradores y 39 de nobles, destacando Uritz con diecisiete fuegos todos nobles, o Arrieta con seis. Son citados 28 pueblos que siguiendo el orden del listado son:
– 24 poblados: “Çazpe, Oloriz, Gurpeguy, Gorraiz, Oroz, Galduroz, Arrieta, Nagore, Usoz, Adaxa, Muniayn, Lacave, Ymizcoz, Urdiroz, Luxarreta, Çandueta, Villanueua, Ocha, Saragueta, Ezpos, Equiça, Artozqui, Uriz, Arçy y Asnos”
– 4 despoblados: “Urdaçi, Oray, Uroa, Urroui”.
Leemos los fuegos de labradores y nobles por pueblos:
1366 | Lab. | Nobl. | Lab. | Nobl. | Lab. | Nobl. | ||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Orotz Bet. | 13 | 3 | Galdurotz | 5 | 0 | Lakabe | 2 | 0 |
Uritz | 0 | 17 | Artozki | 5 | 0 | Muniain | 2 | 0 |
Nagore | 10 | 2 | Urdirotz | 4 | 1 | Usotz | 2 | 0 |
Arrieta | 5 | 6 | Otsa | 3 | 1 | Oloriz | 2 | 0 |
Zazpe | 4 | 4 | Gurpegi | 3 | 0 | Asnotz | 0 | 2 |
Azparren | 6 | 1 | Zandueta | 3 | 0 | Artzi | 0 | 1 |
Saragueta | 7 | 0 | Espotz | 3 | 0 | Urdazi | Despoblados | |
Hiriberri | 6 | 0 | Adasa | 3 | 0 | Orai | ||
Lusarreta | 6 | 0 | Ekiza | 3 | 0 | Uroa | ||
Imizkotz | 4 | 1 | Gorraitz | 2 | 0 | Urrobi |
Hay que anotar que no se cita una zona, no sabemos si por estar despoblada y olvidarse de anotarlos o por no existir todavía, la de los tres pueblos de Arizkuren-Uliberri-Olozi, muy cerca unos de otros. Tampoco aparece citado en esta valle ni en ningún otro el alejado Amokain. Para este año estaban despoblados y ya no se tenía noticia de Sarasu, Irizar, Ekieta y Olorizbeiti. El Oloriz citado con dos fuegos parece ser Olorizgoiti. El total son 38 los pueblos del valle de Arce que se reconoce su existencia en algún momento de la historia. Algún otro indicio de asentamiento lo hemos citado en el apartado de pueblos, para conocer los nombres de los vecinos citados, también hemos reproducido los listados en cada pueblo correspondiente. Por su parte el historiador Peio J. Monteano da una lista de despoblados y su época de desaparición. Entre 1394-1410 cita a Adasa, entre 1410-1425 Asnotz, Oloriz e indica que también están despoblados Uliberri y Arizkuren, pero no sabemos cuando se citan por primera vez, y entre 1462 y 1494 se despuebla Artzi, que será repoblado posteriormente.
Los investigadores indican que antes de este censo de 1366 había un número reseñable de despoblados, en una Navarra “llena”, por lo que la población buscaba nuevas formas de poblamiento en zonas más rentables y racionales, quizás en núcleos un poco más grandes, donde en una economía pobre, la convivencia permitiera ayudarse unos a otros, optimizando el aprovechamiento del comunal, trabajos en auzolan, (trabajo comunitario)… y al fin y al cabo si estaban más agrupados, permitía una mejor defensa de sus intereses frentes a los poderes de la época, el rey, los nobles y la iglesia. También influyeron en el movimiento de la población las pestes y epidemias, disminuyendo la población, y en algún caso muriendo los jóvenes, y al quedar sólo los viejos terminarían desapareciendo. Es lo que ocurre en el vecino Erroibar donde en 1427 se cita a los pueblos de Orosa y Orosurgi, junto a la muga de Espotz, -hoy día terreno de Ardaitz-, que se ven abocados a la desaparición. Las cargas económicas, los impuestos como la pecha o el diezmo eclesiástico, también influyeron en la emigración y movimiento poblacional. Eran renta fijas para pagar y si se perdía población, por epidemias, guerras… o había malas cosechas se terminaba por no poder pagar al señor de turno, noble, eclesiástico o el rey; lo que llevaba al embargo de bienes o incluso a la servidumbre, convirtiéndose en collazos, etc., que luego podían ser vendidos con la casa y las tierras a una. La mala calidad de las tierras también podía ayudar a la emigración, lo que implica que a veces la ubicación del poblado no había sido el idóneo y había que dejarlo.
Para 1400 y 1427 el investigador Sebastián Andrés estudia el libro de fuegos de 1427 e indica que para Artzibar entre 1366-1400 aparecen los poblados de ”Iriverri, Orsa, Ulliz, Arizcuren, y Gazpei”. Imaginamos que Orsa es Otsa, Ulliz Uliberri, Iriverri es el dudoso Irizar que proponen algunos, y Gazpei quizás una mala transcripción de Zazpe-Çazpe. Anota además que entre esas fechas desaparecen Villanueva y Adaxa y entre 1400-28 el poblado de Uroa.
En el censo de 1400 en Artzibar aparecen 92 fuegos a cargo de hombres y 16 de mujeres, porcentaje pequeño, un 15%, pero uno de los más altos de la Merindad. A nivel de social los fuegos se dividen en clérigos, hidalgos o nobles, labradores e impotentes o pobres. Leemos una comparativa con los valles vecinos:
LIBROS DE FUEGOS | AÑO 1427 | |||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
1366 | 1400 | 1427 | 1514 | Clérigos | Hidalgos | Labrad. | Impotentes | |
Artzibar (4) | 127* | 236 | 108 | 137 | 8 | 30 | 78 | 2 |
Longida (1) | 175 | 304 | 146 | 218 | 12 | 38 | 108 | 16 |
Lizoainibar (5) | 51 | 130 | 71 | 81 | 10 | 53 | 18 | 0 |
Arriasgoiti | 10 | 23 | 13 | 14 | 1 | 0 | 13 | 0 |
Erroibar | 104 | 207 | 115 | 170 | 7 | 12 | 103 | 1 |
Aezkoa | 146 | 311 | 230 | 245 | 11 | 2 | 228 | 10 |
Aietxu (2) | 9 | 33 | 6 | 367 | 0 | 0 | 6 | 0 |
Urraul (3) | 147 | 450 | 221 | 19 | 97 | 124 | 10 |
*Andrés cuenta 126 fuegos y nosotros 127. (1). Se incluye Agoitz. (2). Pequeño valle al norte de Urralgoiti que terminó absorvido por éste. (3). Se incluyen los dos Urrules. (4). Monteano en 1514 da Galdurotz como de Lizoain y era de Artzibar, hemos cambiado los 6 fuegos de diferencia. Amokain no aparece. (5). Monteano incluye en 1514 Urrotz villa, con 86, que lo hemos suprimido.
Los datos de 1366 están en función de la grandes pestes de 1348 y 1362 lo que daba una población muy reducida, con la lógica gran subida posterior. Las nuevas pestes de 1401 y 1411 dieron al traste con la mejora demográfica, que según Andrés, iría unido a movimientos poblacionales internos y malas políticas de los reyes navarros.
En 1514 tenemos otro recuento de fuegos en Navarra, esta vez realizado por el invasor y futuro conquistador que fue Castilla, que realizarían el recuento para control del reino. Artzibar aparece con 131 fuegos, sólo cinco más que siglo y medio antes, lo que indica que hubo muchos problemas, como la guerra civil o la conquista, que hicieron que la población sólo pudiera mantenerse estable.
En 1568 el valle de Arce intentó convertir la pecha anual que tenía que pagara a la casa de Artieda, de 360 robos de cereal y 4 ducados al año, en un pago único y defintivo, que se calculó en 100 veces la pecha anual. Artzibar tenía que pagar 4.580 ducados de oro, una suma muy elevada para la época, pero las malas cosechas y el elevado gasto del pago sumieron al valle en la pobreza.
En 1571 los de Artzibar informan de que con la mala climatología habida, se habían quedado sin ganado y sin cosechas. Esta mala situación del valle se refleja en el bajón demográfico, al pasar de 176 fuegos censados en el año 1554 a 152 en 1587, lo que implica una pérdida del 14% de fuegos, una cifra importante.
El último listado de fuegos que tenemos por ahora nos lleva a 1819, tras dos guerras, la de la Convención, (1793-95), y la Napoleónica, (1808-14), y el número es de 210 fuegos, bastante importante para ser posterior a una importante etapa bélica. Anotar como comparación anecdótica que en 1991 se censan en el valle 145 viviendas, bastantes seguramente cerradas gran parte de año.
Por su parte existen en los siglos XVII-XVIII una preponderancia de la emigración femenina en la zona, y eso lo han estudiado Moreno y Zabalza en los vecinos valle de Longida y Agoitz. El investigador Mediola comenta esa situación:
“Dentro de Navarra esta complementariedad ha quedado clara en el estudio que sobre el valle de Lónguida y la villa de Aoiz durante los siglos XVI, XVII y XVIII (Moreno y Zabalza, 1999), en el cual los autores señalan que -la afirmación del sistema de heredero único estuvo asociado a un cambio en los flujos migratorios: el valle de Lónguida-Aoiz dejó de ser receptor de población para ser emisor de mujeres- (1999: 206), sobre todo, pero no sólo, a la villa de Aoiz, y también hacia Pamplona, lo que va a influir en la ya conocida tendencia a una baja tasa de masculinidad en las villas preindustriales. Uno de las aportaciones de Moreno y Zabalza es su estudio detallado sobre esos movimientos migratorios de interrelación entre la villa y el valle, en los que han sido capaces de percibir, por medio de las oscilaciones en las tasas de masculinidad de los difuntos adultos, interesantes variaciones en función de la estacionalidad, de la coyuntura económica y del género. Así, parece que durante el siglo XVII y la primera mitad del siglo XVIII se puede detectar una emigración especialmente intensa de mujeres hacia la villa entre los meses de febrero y mayo siguientes a los años de malas cosechas. En estos meses habría especialmente pocas reservas de grano en los pueblos, y la emigración temporal femenina sería un recurso para regular la población rural. El hecho de que sean las mujeres quienes más protagonizan esos movimientos que permiten a la comunidad rural soportar mejor esos meses de escasez tiene que ver, según Moreno y Zabalza, con el afianzamiento de la casa como unidad de reproducción social, en la que las mujeres, excepto la cabeza de familia, han perdido protagonismo respecto a los hombres.”

Numero de hogares en el valle entre 1842 y 2001.
El concepto hogar es similar a casa habitada, pero los matices son diferentes según los recuentos.
Los censos modernos entre 1786-1936.
Para ver los vaivenes demográficos del siglo XIX en cuanto a la población hemos tomado los datos recopilados por Sanz Marcotegui de Orotz y Agoitz-Aoiz, para el cual toma como base los nacimientos de 1817-21 al que le da el valor de 100, y en función de él conocemos si subía o bajaban los nacimientos, que estaban directamente relacionados con la situación de cada momento, guerras, malas cosechas, epidemias… Leamos los datos recordando los periodos de guerra: Convención, (1793-95); Napoleónica, (1808-1814): Realistas, (1821-23); Carlistada, (1833-39).
1787 1791 | 1792 1796 | 1797 1801 | 1802 1806 | 1807 1811 | 1812 1816 | 1817 1821 | 1822 1826 | 1827 1831 | 1832 1836 | 1837 1841 | 1842 1846 | 1847 1851 | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Agoitz | 99 | 111 | 122 | 100 | 96 | 96 | 100 | 106 | 117 | 106 | 90 | 88 | 101 |
OrotzB. | 95 | 86 | 100 | 97 | 107 | 82 | 100 | 112 | 109 | 108 | 116 | 110 | 137 |
En general en las guerras producían una abstinencia forzada, bajando la natalidad y aumentando la mortandad, produciéndose a veces importantes descensos demográficos. A falta de más estudios, Artzibar funciona a dos velocidades, siendo su parte sur o baja tendente a seguir los modelos prepirenaicos y el norte los pirenaicos. En general en el siglo XIX se produce un máximo demográfico en los valles del entorno entre mediados y finales del siglo. Artzibar no es una excepción y debeira haber tenido el máximo en 1858, dado que pocos años ates se habían independizado Orotz Betelu, Galdurotz y Amokain, y sumándolos llegaría en 1858 a 2.207, por el valle 1.511, Orotz con 623, más Galdurotz-Amokain con 73 habitantes. A partir de ese momento comenzará un lento pero continuo retroceso, exceptuando los años 1900-1910 en que se recupera levemente, para volver nuevamente al descenso leve y continuado y llegar al “boom” de la emigración en los años1950-1981, con la industrialización de la cuenca de Iruñea-Pamplona.
Década de 1940-50. Emigación a la capital. Iruñea-Pamplona en 1950.
“Es reseñable que el crecimiento significativo de Pamplona comience en 1920 (ruptura de la Muralla -1915- y Segundo Ensanche -1920-), cuando su transformación industrial, como otras ciudades españolas, hay que situarla en los 40-50, como pronto. Veinte o treinta años después (lo que, realmente, transformó a esa ciudad.) Otro pico de crecimiento demográfico se produce entre 1950 y 1960…”
Javier Ugarte, 2004
Si la gran emigración del valle se producirá en los años posteriores a 1950, parece que el lento descenso de la población en las décadas precedentes, a cuentagotas, había sido más importante de lo que a primera vista parecía. Así en el censo de 1950 de la capital Iruñea, que tenía ese año 72.394 habitantes, aparecían 211 descendientes del valle, una cifra importante si leemos que ese año en Artzibar había 1.053 empadronados, lo que da un 20% de saldo negativo. De los artzibarres emigrados 91 eran hombres y 120 mujeres, lo que concuerda con la preponderancia de la emigración femenina del mundo rural pirenaico citado en los siglos precedentes. Por pueblos sale este cuadro:
H. | M. | H. | M. | H. | M. | |||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Artzi | 3 | 8 | Imizkotz | 4 | 5 | Urdirotz | 2 | 10 |
Arizkuren | 3 | 3 | Lakabe | 1 | 0 | Uritz | 15 | 16 |
Artozki | 14 | 12 | Lusarreta | 3 | 4 | Hiriberri | 3 | 4 |
Arrieta | 7 | 13 | Nagore | 18 | 19 | Usotz | 1 | 0 |
Azparren | 7 | 6 | Otsa | 0 | 2 | Zandueta | 1 | 1 |
Espotz | 0 | 1 | Saragueta | 2 | 5 | Zazpe | 3 | 2 |
Gorraitz | 1 | 2 | Uliberri | 0 | 1 | Dena-Total | 91 | 120 |
Gurpegi | 2 | 6 | Olozi | 0 | 1 |
También tenemos la relación de artzibarres según dónde vivían, que en la época la dividen en tres zonas, casco viejo, ensanche y barrios.
Hombres | Mujeres | Parciales | |
---|---|---|---|
Casco viejo | 42 | 54 | 96 |
Ensanche | 26 | 31 | 57 |
Barrios Milagrosa Magdalena San Juan Errotxapea San Pedro |
23 1 4 10 6 2 |
35 5 2 14 12 2 |
58 |
La gran emigración. 1950-1981.
“las industrias que se instalan reclaman abundante mano de obra al mismo tiempo que empiezan a producir maquinaria agrícola. Ambos hechos se suceden a la par y tienen como consecuencia la expulsión de parte de la población rural hacia la industria. En Navarra este proceso se desencadena sobre todo a partir de 1950. Las zonas que más lo han sufrido son aquellas en que el equilibrio población-recursos era más débil, las zonas que no tenían una vocación agroganadera clara. Se trataba en su mayor parte de pueblos de la Navarra Media, con un relieve montañoso que ha impedido la deseada introducción de maquinaria agrícola y cuya climatología presenta una aridez estival, que no proporciona pastos naturales durante todo el año.”
Ramón Elósegui y equipo, 1986
Estos comentarios de Elósegui y los de Floristán nos sirven para tener una idea básica sobre la despoblación de la cuenca de Aoiz-Lumbier. La industrialización de la cuenca de Iruñea atrajo mucha mano de obra, pero no podía ser la única causa de la despoblación. Como ya hemos citado en anteriores crisis los factores son múltiples, como los geográficos: malos suelos, clima… razones económicas: propiedad de la tierra, minifundismo, cambios en la trashumancia, malas comunicaciones… o razones sociales: emigración femenina, atractivo del mundo moderno de la ciudad… Todo confluyó para una gran y rápida despoblación del prepirineo. Sobre los “lujos de ciudad” tenemos una anécdota tenemos con una de esas estadísticas curiosas, realizada en 1991 sobre si las casas tenían retrete y ducha o baño en los municipios navarros. De los 265 municipios navarros el valle de Arce ocupaba el penúltimo lugar, con el 86% de casas con retrete y sólo el 81% con ducha o baño. Para ese año en 99 municipios tenían en las casas el 100% de retretes, aunque en baños o duchas era bastante menor, con 32 municipios con el 100%, y 134 más entre el 95-99%.

Las llamadas pirámides de edades, aquí columnas, indican el grado de juventud de la población. en este caso Artzibar tiene una base muy pequeña con los menores de 20 años, (en azul), un gran centro de gente adulta, cada vez más amplio, (en rojo), y una población de mayores que se mantiene, (en verde). Los números son porcentajes de población.
Leamos ahora algunos de los factores que apuntaba el geógrafo Alfredo Floristán en 1986:
“La mayor parte de los despoblados de nuestra lista se encuentran en la Navarra prepirenaica del flysch y de las margas marinas eocénicas. La primera de dichas formaciones geológicas domina en los valles de Arce y Urraul Alto —dos de los más afectados por la despoblación, según vimos- y comparte con las margas el territorio cultivado en el Almiradío de Navascués, Romanzado, Lónguida y Lizoáin. Pueden estimarse en 40 los lugares despoblados cuyo ager se encuentra íntegra o principalmente en el área del flysch y 16 en las margas marinas. […] En unos y otros casos coincide que los pastos, base de la tradicional riqueza pecuaria, se ha ido empobreciendo progresivamente por erosión de los suelos y sobrepastoreo. Esta zona oriental de Navarra ha hecho también de enlace ganadero entre los Valles Pirenaicos y la Ribera, gracias a la trashumancia. Roto el sistema agrario vigente durante siglos –decadencia de la trashumancia, desaparición de la agricultura de rozas y subsistencia- y no habiendo sido sustituidas las tradicionales por nuevas fuentes de riqueza, la emigración hacia las ciudades y los centros industriales se imponía casi como única solución. […] La estructura de la propiedad particular es más desequilibrada en la Cuenca de Lumbier-Aoiz que en la de Pamplona […] De su lectura atenta se deducen también evidentes parecidos, en éste como en otros temas de interés geográfico, entre el valle de Esteríbar y la Cuenca de Pamplona, por un lado, y el valle de Arce y la Cuenca de Lumbier-Aoiz, por otro. En 1974 las propiedades inferiores a 20 ha. eran 216 en Esteríbar, 193 en Arce y 1.273 en la Cuenca de Lumbier-Aoiz; muchas de ellas no llegaban a 5 ha. (p. ej., 956 en la Cuenca mencionada) y 176 de esta comarca estaban comprendidas entre 5 y 10 ha. Había, por consiguiente, un buen número de propiedades pequeñas, incapaces de proporcionar con su explotación directa los ingresos necesarios para mantener el nivel de vida que el desarrollo económico de los años 60-75 estaba generalizando, y de ahí la emigración. Añádase, además, que las propiedades -salvo el caso de los cotos redondos- tenían sus tierras dispersas en numerosas parcelas, lo que hacía difícil y costosa la mecanización agrícola.” Veamos ahora un cuadro con los datos demográficos del valle, pueblo por pueblo, en los últimos 225 años.
1786 | 1842 | 1858 | 1900 | 1920 | 1930 | 1940 | 1950 | 1960 | 1970 | 1981 | 1986 | 2001 | 2013 | |
Amokain | 8 | 11 | (11) | nf | nf | (9) | (6) | (11) | 0 | 0 | nf | nf | nf | nf |
Artzi-Arce | 5 | 32 | 41 | 32 | 34 | 0 | 9 | 14 | 7 | nf | 0 | 0 | 0 | 1 |
Arizkuren | 30 | 29 | 24 | nf | 18 | 15 | 4 | nf | nf | nf | nf | nf | 15 | 22 |
Arrieta | 114 | 125 | 210 | 195 | 171 | 127 | 110 | 114 | 80 | 56 | 53 | 47 | 44 | 33 |
Artozki | 149 | 123 | 165 | 31 | 127 | 157 | 146 | 50 | 92 | 38 | 23 | 14 | 27 | Des |
Asnotz | 20 | 32 | 32 | nf | nf | 7 | 9 | nf | nf | nf | nf | nf | nf | nf |
Azparren | 91 | 60 | 114 | 93 | 86 | 105 | 94 | 79 | 53 | 32 | 19 | 18 | 21 | 28 |
Ekiza | 21 | 20 | 9 | nf | 5 | 7 | 5 | 5 | 3 | 2 | 3 | 0 | 0 | 0 |
Espotz | 26 | 31 | 33 | nf | 31 | 8 | 13 | 7 | 5 | 5 | 5 | 3 | 3 | 1 |
Galdurotz | 44 | 63 | (62) | (55) | (33) | (22) | (20) | (26) | (21) | nf | nf | 0 | 0 | ¿? |
Gorraitz | 43 | 27 | 43 | nf | 33 | 36 | 34 | 30 | 21 | nf | 2 | 6 | 10 | 8 |
Gurpegi | 34 | 18 | 33 | nf | 25 | 20 | 9 | 6 | 1 | nf | 0 | 0 | 0 | 0 |
Imizkotz | 46 | 23 | 48 | 27 | 33 | 32 | 27 | 29 | 19 | 6 | 4 | 4 | 3 | 2 |
Lakabe | 46 | 40 | 47 | nf | 24 | 28 | 26 | 21 | 7 | nf | 5 | 14 | 30 | 46 |
Lusarreta | 44 | 45 | 56 | 55 | 49 | 41 | 38 | 47 | 27 | 20 | 9 | 7 | 7 | 10 |
Muniain | nf | 14 | 17 | nf | nf | 7 | 13 | 14 | 10 | nf | 0 | 0 | 0 | Des |
Nagore | 230 | 177 | 219 | 162 | 157 | 124 | 135 | 124 | 66 | 37 | 42 | 56 | 49 | 45 |
Orotz Betelu | nf | 331 | (623) | (507) | (800) | (618) | (571) | (545) | (537) | (468) | (371) | (316) | (210) | (166) |
Otsa-Osa | 19 | 30 | 30 | nf | 21 | 24 | 18 | 21 | 11 | 2 | 0 | 0 | 1 | 2 |
Saragueta | 55 | 79 | 63 | 85 | 71 | 68 | 71 | 77 | 52 | 25 | 22 | 18 | 13 | 20 |
Uliberri-Uli Alto | 19 | 10 | 17 | nf | 10 | 6 | 11 | 8 | 5 | nf | 0 | 0 | 9 | 1 |
Urdirotz | 42 | 56 | 51 | 58 | 36 | 26 | 37 | 39 | 21 | 10 | 0 | 0 | 0 | 9 |
Uritz | 95 | 114 | 169 | 133 | 115 | 121 | 122 | 121 | 70 | 52 | 25 | 22 | 27 | 20 |
Usotz | nf | 23 | 17 | nf | 15 | 12 | 21 | 24 | 11 | nf | 0 | 2 | 2 | 4 |
Hiriberri-Villanueva | 57 | 56 | nf | 101 | 89 | 90 | 91 | 99 | 70 | 30 | 32 | 43 | 35 | 24 |
Zandueta | 24 | 20 | 17 | nf | 12 | 16 | 14 | 18 | 12 | 5 | 0 | 0 | 3 | 0 |
Zazpe | 42 | 49 | 56 | 31 | 18 | 13 | 10 | nf | nf | nf | nf | nf | nf | nf |
1304 | 1638 | 1511 | 1103 | 1180 | 1090 | 1067 | 1047 | 643 | 320 | 244 | 254 | 299 | 276 |
NOTA: los pueblos de Amokain, Galdurotz y Orotz Betelu se independizan del valle hacia 1841-1850. Por tanto sus datos entre paréntesis no se suman al valle. (nf: no figuran en los censos. Des: pueblo desaparecido.) El censo oficial de 2013 arroja una población de 276 habitantes, 150 hombres y 126 mujeres.
Un receso con curiosidades. De nombres y apellidos.
Hemos buscado estadísticas de nombres y de apellidos relacionados con el valle y al menos, por ahora, hemos encontrado algunos datos a nivel del Estado. Por nombres de mujeres destacan dos, Irati y Nagore.
Irati es un nombre femenino en recuerdo de la selva y el río de su nombre. Apareció una vez terminada la dictadura española, hacia 1977, y si en esa década encontramos 49 mujeres en el estado con ese nombre, se pondrá de moda en la década del 2000 con 3.410 mozas a las que se les llamará así. En total hasta el año 2012 son 6.772 las mujeres que se llaman Irati. Por provincias destaca Bizkaia con 2.583 mujeres, Gipuzkoa con 2.058 y Nafarroa con 972, completan este ranking Araba, 593, Madrid con 107 y Barcelona con 99.
Nagore es el otro nombre de mujer que destaca entre los nombres de personas. Curiosamente es muy utilizado en las provincias vascas a excepción de Nafarroa, en que no es muy usual. Aparece como nombre de mujer en los años 60, con 20 mujeres. poniéndose de moda en los años 70 y 80 con 1.308 y 1.475 mujeres respectivamente, para caer un poco con 985 en la década de 1990 y 1.036 en la del 2000. En los últimos años parece que recupera su fuerza con 547 en sólo 3 años. Del total destacan nuevamente Bizkaia y Gipuzkoa con 2.013 y 1.463, Araba con 433, Barcelona 195, Madrid 162 y en Nafarroa sólo aparecen censadas 136 mujeres con ese nombre.
Apellidos con nombre de pueblos. La otra estadística del Estado que hemos revisado es la de apellidos. Algunos creemos que son exclusivos y descendientes directos del valle, como Oroz, Nagore, Uriz, Lacabe, Artozqui, Usoz, Gurpegui, Urdaci… que en general se usan con la grafía castellana y raramente con la vasca, con las excepciones de Lakabe, Arizkuren, Ekiza o Artozki. Algunos apellidos son difíciles de indagar dado que existen varias posibilidades de origen. Es el caso de Arrieta, Oloriz, Arce, Muniain… donde hay varios pueblos con ese nombre, y no siempre en Euskal Herria, caso de Arrieta de Lanzarote. Otros aunque en su mayoria proceden del pueblo de Artzibar tienen otras posibilidades, como Azparren, dado que por ejemplo el pueblo de Hazparne en Lapurdi a veces era transcrito como Azparren. O Uli, del que existe Ulibeiti-Uli Bajo cerca del mismo, del valle de Longida, o Ulibarri en Bizkaia y pudiera a veces tener relación, u Osa- Otsa del que pudieran haber varios pueblos, dada la abundancia de ese apellido en Galicia. De los apellidos relacionados con pueblos de Artzibar indicar que la mayoría se encuentran en Navarra, con algunas ramas en la vecina Gipuzkoa, así como en otros ejemplos con Bizkaia, Zaragoza o Barcelona. Gana con diferencia el apellido Oroz, con 1.282 personas del Estado que lo tienen de primer apellido y 1.261 de segundo. Resumimos los apellidos en un cuadro. (Sólo indicamos las cinco más importantes de cada apellido, diferenciando con un guión el primero del segundo apellido):
Apellidos |
1º ap |
2º ap |
Nafarroa 1ºap/2ºap |
Gipuzkoa 1ºap/2ºap |
Bizkaia 1ºap/2ºap |
Zaragoza 1ºap/2ºap |
Otros 1ºap/2ºap |
Oroz |
1282 |
1261 |
788/724 |
98/69 |
– |
95/116 |
Rioja 54/29,
Barcelona 43/60 |
Uriz |
865 |
683 |
544/420 |
28/11 |
– |
32/25 |
Lugo 60/53,
Barcelona 54/39 |
Nagore |
498 |
384 |
307/254 |
15/14 |
– |
19/19 |
Valencia 34/10
Barcelona 13/19 |
Gurpegui |
454 |
403 |
268/235 |
25/22 |
11/18 |
27/25 |
Barcelona 19/29 |
Arizcuren /Arizkuren |
375 |
293 |
113/148 |
5/20 |
20/9 |
5/5 |
Araba 0/10 |
Azparren |
388 |
349 |
272/234 |
36/35 |
10/14 |
20/11 |
Rioja 14/16 |
Lusarreta |
320 |
393 |
230/306 |
20/14 |
14/12 |
– |
Araba, Madrid, Asturias, Baleares, Barcelona… |
Equiza / Ekiza |
297 |
297 |
259/243 |
12/12 |
– |
– |
Madrid 7/5, Valencia 6/8, Barcelona 5/0 |
Zazpe |
214 |
208 |
172/185 |
15/5 |
16/6 |
– |
|
Usoz |
201 |
183 |
98/130 |
28/17 |
– |
6/0 |
Madrid 39/17, Almería 8/0 |
163 |
133 |
110/89 |
22/12 |
– |
– |
Madrid 7/7 | |
Lacabe/Lakabe |
159 |
219 |
113/148 |
5/20 |
20/9 |
5/5 |
Araba 0/10 |
94 |
89 |
83/76 |
8/13 |
– |
– |
||
Urdiroz |
82 |
67 |
71/50 |
– |
– |
– |
|
Zandueta |
48 |
40 |
37/28 |
– |
– |
– |
|
Urdaci |
47 |
54 |
43/47 |
– |
– |
– |
|
Artozqui/Artozki |
22 |
31 |
17/21 |
– |
– |
– |
|
16 |
34 |
10/13 |
– |
– |
– |
Madrid 0/5 |

Apellidos relacionados con el Valle. Estimaciones actuales en el Estado, (2012). Frecuencia del primer apellido en azul, y del segundo en rojo.
Antesdeayer y mañana.
A partir del mínimo de 1981, con 244 censados en el valle, se produce una leve recuperación, debido esta vez a una sóla la causa, la aparición de los pueblos llamados comunas u “okupas”, destacando por ser el más lóngevo Lakabe, y que actualmente, según el padrón de 2012, proporcionan el 22% de la población censada en el valle. ¿Y mañana? Es difícil valorar el futuro del valle o del Pirineo navarro en general. En la actualidad, con el nivel demográfico existente, no hay posibilidades de que la población se regenere por sí misma: fertilidad mínima, emigración femenina, desequilibrio del número de mujeres y hombres, edad media muy alta; alto nivel de soltería… La historia siempre le ha dado la vuelta a la despoblación pirenaica. Habrá que ver esta vez qué hace/hacemos para renovar la vida pirenaica. Para terminar con este capítulo hemos recogido tres testimonios o comentarios que creemos que son de interés para estos valles.
LA MONTAÑA NAVARRA. DE SUJETO A OBJETO Y VICEVERSA (Tomado de Etxegoien, 2010).
En 2010 un libro recogía tres estudios sobre el Pirineo Navarro, sobre Orotz Betelu, Aurizberri-Espinal y Jaurrieta, escritos durante a primera mitad del siglo XX por el que sería el primer y olvidado geógrafo moderno de Euskal Herria Leoncio Urabayen. Relegado al olvido, casi represaliado por la dictadura, era hermano del que sí fue represaliado y murió enfermo por los años de cárcel el escritor Félix Urabayen. De las introducciones a su obra hemos tomado estos comentarios actuales:
“Los Pirineos, Bortuak, los Puertos, el Pirineo navarro, Artzibar, Orotz, Jaurrieta, Aurizberri… la montaña en general era en tiempos un territorio más, donde se vivía y convivía, “justico”, pero se vivía. Sus habitantes eran protagonistas activos de su tierra, de sus vidas y decisiones, y los políticos, Diputación, gobierno de Madrid… valoraban lo que salía de estos montes: emigrantes forjados en el duro trabajo, madera, ganado… Los habitantes eran sujetos activos de la sociedad, de la vida en esas tierras. Pero la historia cambió. El Pirineo entró a formar parte de la cadena económica. Se comenzó a planificar lejos de la montaña: esta zona para industria, en esta agricultura… ¿y la montaña? Mano de obra barata para la ciudad; zona para hacer embalses, saltos de agua… y para parque de fin de semana de la ciudad. La planificación actual ha convertido a la montaña en sujeto pasivo, recibidor de lo que planifica “la ciudad”. Cualquier propuesta de fuera se responde con un ¡no, y luego hablamos! ¿Cabezones pirenaicos?, ¿aldeanos incultos? Se proyectan canteras, -Zilbeti, Mendiaundi, potxe de Garaioa-, embalses, -Irunberri/Lumbier, Sorogain-Aritzarte, Itoitz-; autovías, centros internacionales de acogida de camiones; complejos turísticos en Belagua, Larra o N.S. de las Nieves. Se quiere traer osos, tirolinas en los árboles; urbanizaciones… ¿Qué más quieren? Quizás que se pregunte antes de hacer; que se haga algo de caso a los vecinos y a los que viven todo el año en la zona. Quizás que se planifique desde aquí para allá, o al menos entre todos. Quizás… Y si hoy día es uno de los pulmones de Europa; un gigantesco surtidor de agua potable; y el almacén del CO2 que la ciudad desecha… Quizás hace falta que los pirenaicos, los montañeses, recuperen el protagonismo y vuelvan a ser el sujeto de la frase, y no el complemento circunstancial. Aunque sean pocos. Aunque no haya votos. Por la herencia y la deuda histórica. Por dignidad y justicia histórica. En el Pirineo navarro, Bortuak-Los Puertos… se puede y se debe vivir con dignidad. Se lo merecen.
PIRINEO VACÍO O VACIADO.
Quizás habría que ver lo que ha ocurrido en el pirineo aragonés para ver lo que ha pasado o está pasando en el navarro, y quizás tengamos que poner en nuestras bocas las palabras que ya hace años escribió el investigador aragonés Enrique Satué Oliván. Recomendamos de paso sus dos preciosos libros “El Pirineo abandonado” de 1984, o “El Pirineo Contado” de 1995, del que hemos tomado estos comentarios:
“El Pirineo está de moda. Lo está como lo estuvieron las playas del Mediterráneo hasta que se depreciaron por el caos y la contaminación. Sus montañas y las figuras de sus habitantes, que aún quedan, suscitan atracción. Para los hombres y las mujeres de la ciudad equivalen al recuerdo genético que les une a la Naturaleza y que todavía no han perdido. Sin embargo, este amor, que es ambivalente, a veces se tiñe de desorden. A partir de allí, vertidos, presión desmedida sobre frágiles ecosistemas, urbanizaciones disonantes, especulación y egoismo quiebran la referencia armónica que se busca en estos valles. Pero el Pirineo es algo más que un sumatorio a extinguir. En él se ha desarrollado durante siglos una sabia cultura popular, unida íntimamente a la Naturaleza, que también está desapareciendo. La afluencia incontrolada del modelo urbano e industrial a estos valles durante los años sesenta desvertebró el frágil equilibrio que los regía. El nuevo orden sociocultural fagocitó al montañés: a muchos los expulsó a tierras lejanas y, a los pocos que se quedaron, les borró su esquema de valores y su cultura. Hace ya varios años que conté todo esto en un libro: el Pirineo abandonado […]
Sin embargo, aquí no se propone que el montañés, que aún vive en el Pirineo, sea “el indio de la reserva” al que se fotografía en relación directa con el estado de rusticidad y precariedad en el que vive. Al contrario: debe favorecerse su bienestar, convirtiéndolo de nuevo en el actor principal de las montañas, en el gerente, si es preciso subvencionado, de una vieja cultura material y espiritual que no debe desaparecer. […]
Una sociedad como la actual, materialista y uniformadora, que desprecia a las minorías y a las dimensiones cualitativas de la vida, adolece de razones morales que obliguen al forzado montañés a abandonar las tierras de sus antepasados. Resulta paradójico que oficialmente se vea en el Pirineo una “reserva espiritual”, cuna de reyes, de reconquistas y de valores etnohistóricos para que luego se dé al paisaje y a sus gentes un trato tan desafortunado.
El Pirineo no se mide en votos.”